viernes, 24 de abril de 2009

Desaventura en un cosultorio


Esto es lo que sucede:

La sala de espera: la peor parte de ser paciente impaciente, nerviosismo, y el olor de consultorio, ¡oh no!

Pasa la doctora y pregunta si estoy lista: por supuesto que no lo estoy, llevo casi un mes tratando de evitar que mis pensamientos me rodean de miedo.

Se acerca el doctor: se presenta, muy tranquilo, con mucha paz, y yo pues bueno, lo acepto y sigo.

Siguen después de esto: las advertencias, riesgos, todas esas cosas se lo hacen saber, con la paciencia más grande del mundo…que se puede quebrar su muela, que puede que no podamos seguir con la cirugía una vez que abran, que tal vez me trague la muela, o infección oh por favor, lo decía tan tranquilo y yo ya estaba en completo shock y a punto de salir corriendo, no gracias.

Firme el papel, y viene la anestesia, del lado izquierdo primero: hormigueo, mareo y me mintió, el cachetito ya estaba inflado de ese líquido, mi oído no lo sentía, y semi-boba pero solo del lado izquierdo de mi cara.

Manos a la obra, o a la boca será; mientras acomodaban los instrumentos, no quería ni ver para atrás, solo escuchaba empaques abrirse, objetos de metal pegando uno con otro, el succionador, el bisturí, y de pronto escuche la voz de mi madre en las sala… ¡uff que alivio!

A continuación me pusieron como una especia de manta (disculpen mi ignorancia, no sé cómo se llama) bueno: tenía un orificio nada más para la boca, ósea no veía las reacciones, ojos, caras, todo el lenguaje corporal de los doc’s me lo perdí.

Solamente los advertí nunca había estado cerca de un bisturí, lo cual no me iba a hacer alergia la anestesia, eso aprendí.

Mas anestesia: y empezó, corto en equis creo…

Andrea: respire, respire, respire... como le enseñaron a respirar, respire, respire… ellos conversaban y yo me ahogaba, y luego esa gran aguja que vi pasar… uff no era nada peligroso.

Toda la pesadilla de ir al dentista se volvió realidad cuando escuche el taladro.

Mientras rosaba mi mandíbula, escuchaba sonidos, vibraba mi cabeza, y fue entretenido esa parte nada mas, pero cansado la muela quería salir, me enviaje con el sonido, y JUAZ!, salió y la vi pasar.

Unas puntadas luego pues me ofrecieron sacar la derecha también, pues bueno que venga, que salgan las dos juntas, así que seguí enviajándome con el sonido del taladro. Luego: ¡oh no!, ¡¡¡¡¡Ocupo ir al baño, que ya terminen!!!!! (aclaro, necesidad de hacer pis)HA!

Los doctores no debería de pronunciar: tengo un problema, no sale, esta rebelde esta muela, no, no, no, no si mis oídos no estaba completamente anestesiados… menos si la muela derecha sale en siete pedazos

Y pues bien, si salía de ahí y me atropellaban no iba a sentir mi cara para nada…en conclusión para no aburrirlos, mareos al levantarse, los algodones dentro de la boca no son nada cómodos, las inyecciones luego procuren que las apliquen en el lugar correcto o pueden aparecer moretones. Y en realidad no duele tanto después de que pasa la anestesia, eso es puro cuento, es molesto si, tener dos extensiones de cachetes, que se sienten como moretones, lo peor debe ser no moverse mucho, no salir de la casa, y no poder comer comida normal los 2 primeros días, y realmente se hace más difícil si su familia come a escondidas suyas para que no se antoje, o ver una deliciosa dona en la tele y no sentir debilidad de comer una inmediatamente…ah si ahora solo falta la recuperación, insoportable recuperación.

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