martes, 16 de diciembre de 2014

Learn from the twenty fives

Hay momentos en que no puedo agradecer más a la vida por tener las personas que me rodean con tanto amor.

Son momentos en que uno deja de ser egoísta por un momento, uno deja de ser individuo y soporta cualquier comentario o situación que normalmente no haría, y creo que eso solo lo hace algo tan absurdo como el amor. Que nos hace olvidar todas nuestras barreras mentales y caprichos insoportables.

Si en este momento contará  la cantidad de momentos mágicos y difíciles me han traído cargar la edad de los 25. Desde caer en depresión, odiar, besar, amar, olvidar, superar, hasta valorar cada una de esas sensaciones.

Algunas personas somos peculiares, otras son aún más peculiares que uno mismo y todo bien.

Te toca comprender como esta hecha cada persona, cómo debes ajustarte, cómo tratar de hacer bien, para vos estar bien. Cuando intervenir y cuando no.

Y a veces uno simplemente se pierde en sus sueños mientras camina por las calles y simplemente no te importa ni saludar, porque no hay nada más importante que vos ahí en ese instante.

Los 25 me han puesto a luchar con patrones, y también a asumir otros que me pueden facilitar mis anhelos en ciertas situaciones.

Hoy en la mañana no apreciaba para nada esta edad, pensaba que realmente no me había traído nada bueno, nada nuevo o innovador a mi vida, pero si lo hizo, trajo la crisis de los 25. Todo está bien, y así es cómo quería finalizar este año, entendiendo y aprendiendo.

Es infinito el amor por todo este caos que trae cada una de estas personas que aparecen en mi vida, que digo:

I just can't get enough.

btw.
Hoy me recordaron que Crisis en japonés es la misma palabra para oportunidad.




Blogs

¿qué escuchar?